lunes, 29 de junio de 2009

Buelna 2009: Retirado

Hay una primera vez para todo, también para retirarse de una carrera. Es algo que no hasta ahora no había hecho, si bien en ocasiones simplemente aguanté hasta meta porque el camino más corto hasta el coche pasaba por ahí. Pero cuando he sentido ganas de retirarme, ha sido porque he salido fuerte, arriesgando y petando como un gorrino.

El sábado en Buelna no. Salí despacio, con idea de llegar hasta el final pero a un ritmo "amigable". Y no.

La natación, con retraso de 20' en la salida, movidita. Este año al menos me dí menos de leches que el pasado. En mi línea, supongo, ni ví tiempo ni puestos.

La bici, la empiezo demasiado revolucionado, yo creo que de la transición de 54390568906 metros corriendo por la playa. Empiezo a serenarme y pillar sensaciones, comienzo a pasar gente. En una de las bajadas, al meter toda la tuerca, se me sale la cadena. Intento meterla jugando con el cambio, como a veces he conseguido. Esta vez no, esta vez la lío parda y la cadena se me hace un burruño, cuando intento ponerla en su sitio veo que tiene una cara en la corona y otra en el plato, se me ha retorcido no se cómo. Después de unos ¿10'? y alguna interjección y/o expresión tipo "cáspita-que-contrariedad", vuelvo a dar pedales, con grasa hasta en la glotis. El efecto adrenalina hace que vaya pasando a todos los que me han pasado. El efecto post-efecto-adrenalina, que a partir del kilómetro 45 no vaya ni para atrás. Como el año pasado. Me duelen los riñones, no tengo fuerza, no tengo cadencia y, sobre todo, no tengo motivación.

Acabo la bici, viendo como me pasa todo quisqui, con conato de calambres en el femoral izquierdo a lo largo de la última subida. En mi peor entrenamiento de este año no he hecho peor media ni he acabado con peores sensaciones. Lo que técnicamente se podría denominar como "una puta mierda".

Empiezo la carrera (es un decir), recordando a mi gorrita colgada en una percha a más de 400 kms. Y la acabo a los 500 metros. No encuentro acicate para meterme 21 kms bajo un sol chicharrero. Fin de la historia.

En la T3 sí que cumplí como un campeón, todo hay que decirlo.

¿Motivos para ir tan mal? Cansancio, baja forma, desmotivación, no comí bien... básicamente, todos.

Colorín colorado, esta temporada se ha acabado. Toca "veranear", hacer lo que apetezca y dedicar más tiempo a la prole y tareas pendientes varias.

miércoles, 24 de junio de 2009

Arrastrándome hacia Buelna

Iba a poner lo de "Road to...", que es más motivador. Pero no, el título refleja mejor como va uno p'ahí arriba.

Ni me he dado cuenta y ya está aquí, quedan 3 días. Sensaciones muy similares a las del año pasado por estas fechas: malas. Lo poco, muy poco, que he podido entrenar, lo he hecho con sensaciones muy malas. Trotes a las 6 de la mañana, en los que el cuerpo me pedía horizontalidad, y en los que lo más gratificante era ver jabalíes, conejos y hasta algún zorro. Alguna salida en bici "acartonao", sin fuerza ni cadencia. Y el agua, en mi línea, la he tocado en la ducha. Sumemos a ello el que se ha abierto la temporada "verano 2009 de recebo macarial" y lo que queda es un cacho de carne bastante desmotivado que el sábado tardará en torno a las 6 horas en hacer los 1900+90+21. El objetivo es quitarme la espina del pasado año en la T3

Esta vez voy al menos acompañado de un buen amigo, debutante en estas distancias, por lo que la cosa será más entretenida. De hecho, es casi lo único que me ha hecho mantenerme inscrito, que en algún momento estuve muy tentado de borrarme. Eso y que la carrera en sí me pareció de lo mejorcito, digna de ser visitada siempre que se pueda.

Y este año, a sobar en catre. Que lo de ir de tienda (como el año pasado) está de puta madre cuando eres pipiolo y te vas al saco a rugir previa "anestesia verbenera". Pero en plan señor cuarentón, si eres de los de difícil dormir, no se descansa una mierda.

Parece que hará menos calor que el año pasado, es la buena noticia. Si apareciera un día con el "orballu", que dicen en el pueblo de mi doña, más mejor.
Tenía en mente el Jabaliman, pero entre que de motivación ando justillo y el cambio de fechas del 1 al 8 de agosto, lo veo difícil. Además de que las inscripciones va a un ritmo que, sospecho, no van a permitir lo de apuntarse una semana antes.

jueves, 11 de junio de 2009

Aportaciones musicales italianas al ciclismo

Me encantaba ver la cabecera de las retransmisiones del Giro...


...pero los mu jodíos, sabían poner el contrapunto (sintonía de los resúmenes de la vuelta (challenge) Castilla-León 198*)



... pero no, no es lo peor.


martes, 9 de junio de 2009

Dias raros

A caballo entre primavera y verano, un día se duerme de corto y otro de largo. Un día te encuentras fuerte y otro aplastado; uno con la motivación a tope y otro con ganas de poco o nada.
Raros en el curro también. Poco trabajo, nuevos huecos en torno a tu sitio. Se va gente con la que te llevas bien, gente que tiene "tu perfil"... y te acojonas.

Porque sí, los humanos semos asín, como el texto de no recuerdo que autor alemán, cuando empezó la persecución nazi. Cuando se cepillan al compañero de 55 tacos, piensas que han aprovechado la coartada ("crisis") para "limpiar" y rejuvenecer. Cuando se cargan a los externos, pues que hay que priorizar con los que están en nómina. Si son compañeros con poca antigüedad a los que le han ensañado la puerta, pues porque el despido es barato. Si es alguien que está desasignado, pues porque no se puede tener gente que no facture. Cuando se han cargado a alguien que está facturando, pues porque tuve un rifirafe, tiempo ha, con quien no debía y la susodicha coartada sigue valiendo.

Supongo que es un mecanismo de autodefensa, el "no me tocará a mí", buscando razones que tranquilicen. El caso es que ya van varios de mi cuerda, por edad, experiencia y perfil laboral. Cuando con mi jefa - la del curro, digo - suelto un chascarrillo caústico, o cuando interpreto la banda sonora de Psicosis tras cruzarnos en el pasillo con el jefe de RRHH (que hay que verle la cara al bicho, Jack Palance parece Gracita Morales a su lado), me lanza sutiles mensajes tranquilizadores. Lo mismo cuando directamente pregunto "¿pido las vacaciones o este año no me va a hacer falta?".


No obstante, la pasada semana - de la que me chupé tres días tumbado en casa con una mierda de virus - ya puse las barbas a remojar. O, en el argot del siglo XXI, me dí largos paseos por el Infojobs. Y hombre, haber hay algo, pero que poco tentador. Uno, que siempre anda con la fantasía de cambiar radicalmente de ocupación, al final cae en la evidencia de que lo único por lo que puede llevar perras a casa es algo que no le va nada.

En fin, al día siguiente... miraba vacaciones. Y al otro pensaba que qué pereza me da ir a Buelna y que me apetecía el Jabalíman. Y que el año que viene haría un Ironman por centroeuropa. Y yo que sé cuantas pajas mentales más.

Eso, días rarillos. Chismorreos, planes, inminentes vacaciones infantiles, cambios de rutinas...

lunes, 1 de junio de 2009

Cifras y letras (ironcat 2009)

Para los amantes de los números, pongo lo que han sido las últimas 18 semanas al Ironcat.
Pongo también los totales en horas y kilómetros, así como la media semanal. Llega rascando a las 10 horitas, pero más que nada porque hubo semanas muy malas (12 y 11, hostia en bici y rodilla inflamada, la 7 de vacaciones con la prole). En general, he podido entrenar más que en años anteriores.

No ha habido lesiones musculares, si bien uno ha evitado todo tipo de riesgos.

Las escasas sesiones de natación, han sido siempre en solitario y a última hora del día. El día que voy, suelo hacer 2500 metros al tran tran.

La carrera a pie, con todas las sesiones en solitario salvo 1 sesión (la única) de calidad con los compañeros aguaverdes y un par de trotes en Semana Santa con un amiguete.

Con la bici, además de mis salidas solitarias, he contado con la suerte de ir con mi compañero Dani en bastantes ocasiones. En unas hemos ido de palique arreglando el mundo, pero las más han sido sesiones persecución tras moto, en la que el que iba detrás era yo. En días proclives al “perreo” ha sido el que ha tirado de mí para salir con frío de cojones, vendabal, o como hoy, con un calor de pelotas. Le debo un buen cacho de Ironcat.

Acostumbrado a los contratiempos de años anteriores, lo de este año ha sido muy relajado.