lunes, 22 de diciembre de 2008

Al final... hubo "reseteo"

Bastante quemado de temas laborales, y tras más de 10 días sin hacer absolutamente nada... empezamos de nuevo. De menos que cero.

Vacaciones cortas y raras, eso de irme sin familia se me hace extraño; me voy con una cierta sensación de culpabilidad. Cuatro relajados días por la Sierra de Guara, pateando sendas y tirando piedras a pozas en las que tuve series tentaciones de darme un bañejo invernal, como cuando uno era más joven. Bastante nieve a la que se subía un poco, muchísima en lo que ya son Pirineos. Descansando el perol. Bocata de jamón con cerveza en algún risco, "arreglando el mundo" entre mi cuñado (y buen amigo) y yo. La grata sensación de estar ocioso cuando los demás curran, de esto de mirar el reloj y decir: "uy, me pierdo la reunión de seguimiento de xsjdrkeojvsuputamadre".

Ducha, cañitas, picoteo, alguna Saphere y "sobás" de casi 10 horas, recuperando sueño. Sin prisas, sin agobios de horarios. Pues eso, lo que yo entiendo por una ruptura del jodido frenesí diario. Con el doble rasero que hace que por un lado se te haga todo muy corto y por otro estás deseando volver a cosa a abrazar a todos los que le dan sentido al día a día.

¿Entrenar? Nada. Bueno, se patea el monte, que también cansa. Y este último fin de semana unos 80 kms de bici con las ¿engañosas? sensaciones que da un cuerpo descansado y un solecillo reconfortante. Y con el ánimo de haber recibido ya el "permiso" médico para volver a trotar. Muy poco a poco y a ritmos continuos y suaves. Mira que me jode cambiarme para salir a trotar 20', pero es lo que toca ahora mismo.
Poco queda para acabar el año. Fechas navideñas que deseo capear de la forma más aséptica posible, que poco me gustan. Días trufados de impedimentos para poder hacer deporte, y más cuando este año no hay escaqueo vacacional a Asturias, del que sacaba siempre 3 ó 4 salidas de bici de las de recordar luego cuando vas esquivando "fregonetas de jichos" entre Coslada y Mejorada.

Y en enero, como no, buenos propósitos. En febrero decidiremos si este año ironmaneamos o no. Si lo tónica es la actual, será que no.

Todo será que de repente me encuentre con mucho tiempo libre, como a la docenita de compañeros que semanalmente despachan del chiringuito que me dá de comer.

martes, 9 de diciembre de 2008

Derrape

Llegan las navidades, esas fechas tan bla bla bla... no voy a repetir post navideño, sirve el de hace un año; pocas cosas han cambiado.

En lo deportivo, sigo con mi indeludible tendencia a no poder hacer las cosas como debiera y quisiera. No puedo correr y la bici, entre curro, compromisos y climatología puñetera, poco y mal. Así las cosas, algo de gimnasio y algo de piscina. Para alguien como yo, currante 100% sedentario y que de lo que realmente disfruta es de salir del cobijo de un techo... no es lo más gratificante. Paso ganas, que se dice.

Veo lo que habría que hacer, lo que apetece hacer, y lo que finalmente hago... y me mosqueo. Es un error mil veces repetido, pero ya nos conocemos. Una vez más, intentaremos subirnos al tren en marcha. Y si finalmente consigo subirme, habrá que dar las gracias.

A todo esto, se acaba el año. Y el menda lo hace con una pila de vacaciones sin gastar y que caducan a finales de enero. Toca pillar días, y toca hacerlo solipandi; cosas de los apretones de este verano-otoño. Una putada, a mí me gusta cogerlos cuando el día es largo.

Barajo opciones. Algunas, perseverantes en esto de intentar preparar un IM: cogerme una semana y pulírmela a base de dar pedales, nadar y lo que se pueda. Pero me veo gastando días para ver llover por la ventana y emitiendo cagamentos. Así, cobra fuerza alguna otra proposición tentadora: irme con un amiguete a patear monte por Huesca. Reseteo total, pasar de pensar en entrenamientos perdidos y únicamente disfrutar de algo que hace años que no hago. Un "derrape" temporal y dejar de pensar en entrenamientos perdidos y en otros mil rollos. Mi único temor es que lo de patear no sea la mejor para mis maltrechos e inútiles soleos, por mucho que sea a ritmo "paseo"

Aparte de esto, una cosa espero, optimista irredento de mí: que si el otoño es otoño y el invierno va a ser invierno, que la primavera sea primavera. Que el año pasado, antes de LZ, creo que únicamente pude pedalear de corto un sólo día.

martes, 2 de diciembre de 2008

Dos cositas

No todo van a ser partes médicos.

Pongo escenificación de molinillo hogareño...

... y un video que, con el que yo, particularmente me'scojono. A pesar del maltrato al koala :-)

lunes, 1 de diciembre de 2008

De médicos

Una semana que empezó bien y acabó floja. Dos sesiones de gimnasio, una de piscina y otra (heladora) de bici. Así no se va a ningún lado, pero... es lo que hay. Entre curro, médicos y otros rollos, el miércoles fue el último día de hacer algo.

El viernes estuve en un médico deportivo. Le conté mi vida y me miró de arriba a abajo. Lo primero, qué gusto poder decirle a un tío con bata blanca lo que haces y te gustaría hacer sin que ponga cara de póker.


Al final, más o menos el veredicto es el que dicta el sentido común. Básicamente:
* Tengo la pata derecha más corta y mucho más fuerte. O la izquierda más floja, como se quiera ver.
* El origen más probable es que a partir de la condropatía de la rodilla izquierda, se haya "descojonao" todo el precario equilibrio y que esté corriendo de forma diferente.
* Que el músculo es tonto, y el sistema cardivascular tiene más memoria. Esto es, que tras un parón, sí aérobicamente hay bagaje, el cuerpo pide ir más deprisa, más largo y más intenso de lo que el músculo está capacitado de asumir. Vamos, que las vueltas, con muuucha calma. Que de hecho, en la gente élite, con las lesiones menores se intenta no parar porque las vueltas a la actividad suelen ser más nocivas que seguir con molestias (doctor dixit).

Toca hacer una ecografía, para determinar si la rotura de fibras (que es lo que hay) es nueva o si ha sido por la cicatriz de la que tuve hace casi un año; llevar taloneras de silicona (incómodo) y tomar un relajante muscular homeopático. Con la ecografía en la mano, nuevas pautas. Y mientras se permite hacer bici muy suave y con poco desarrollo, nadar y cuidando la zona, gimnasio.

El domingo también tocó médico, una de urgencias con el niño, que no paraba de vomitar y de marearse. Pero lo que te partía el alma era estar en los boxes de urgencias y ver llegar a un bebé con parada cardiaca. Esas tragedias que sabes que pasan pero que "ojos que no ven...".