lunes, 23 de noviembre de 2009

Maratón de Zaragoza 2009: "gatillazo"

Entraba en lo posible, en lo muy posible. Mi apaciguado gemelo, tras 5 días de parón, ya avisó en un rodaje de 10 km a más de 5'/km, lo único hecho esta semana. Estaba sobre aviso, por lo que, aunque joda, jode menos.

Bien está lo que bien acaba; esto empezó bien y acabó... no acabó.

Tras unas buenas primeras semanas de entrenamiento, no para tirar cohetes pero sí en la trayectoria buena, las últimas han sido, lisa y llanamente, un desastre. Y mi temor más fundado, que mi gemelo (realmente es el sóleo) empezara a "emitir señales", se cumplió. La última semana, con la guinda de estar hecho una mierda, aunque eso es posible que no sea tan malo. Pero claro, eso si las semanas anteriores has entrenado como se debe.

El sábado pre-maratón, no sé si porque el rissotto con setas que me comí me sentó mal, lo rubriqué con una descomposición salvaje, tuve que hacer escala en al menos 3 bares de Zaragoza, un mal rato. Mi cuñado ya se descojonaba de mí, "joder con el ironman de los cojones... cuidado no te caiga una maceta"

El domingo, de maratón. Madrugón, desayuno al uso pre-maratoniano, ni una molestia estomacal, muscularmente intacto (en apariencia)... salimos de Huesca a las 7 para estar aparcados en Zaragoza poco antes de las 8.
Salgo, comparto los 2 primeros kilómetros con un par de amiguetes y les dejo, iban tras el globo de 3.30' y se estaba formando un macropelotón que no me iba nada. Me encuentro con un compañero de instituto con el que no coincidía hace años, no hacemos mucho juntos porque él lleva ritmo y pretensiones mayores.
Me "sujeto" a un grupo que lleva un ritmo uniforme que me resulta muy cómodo seguir, voy reteniéndome a 4'30". Es un poco más deprisa de mi idea inicial, pero no veo riesgo. El gemelo, no dice "ni mú", voy con las medilast y con mi look caponata voy haciendo kilómetros.

Esta breve felicidad, dura hasta una de las subidas a los puentes, en los que noto un primer aviso, una sensación como si descolocara algo en la pantorrilla. Sigo en el gurpo al mismo ritmo pero en el 20 tengo que parar a estirar. Aprovecho para mear y colocarme las taloneras.

Al poco me pasa Mac con otro triatleta, nos saludamos y despedimos, llevan mejor ritmo que el mío. Ya he decidido acortar zancada y llegar hasta donde pueda a ritmo inferior, estoy en "casa dios" y es la mejor opción. El tramo junto al río, bastante largo (23-29), lo hago todo sobre tierra, la cosa no va a mayores. Hasta la Expo, que con un par de repechitos y unos centenares de metros sobre cemento ya me obliga a darme cuenta de que se está cuajando mi retirada.

Del 31 al 32, en ligera subida, ya veo riesgo evidente de rotura. Paro de nuevo, estiro, una chica del público me rocía de analgésico, estiro, troto, paro, estiro... no tiene sentido, se acabó. Largo paseo hasta la meta y las duchas, con mal rollo. A nadie le gusta retirarse. Nunca lo hice en 10 años y en las dos últimas competiciones de cierta enjundia, he acabado de mala manera. Espero que no se convierta en costumbre.

En fin, otra vez será. Toca una de fisios y mimos a la patita. Volveremos al bici lo antes posible, id sacando la ropa de abrigo.

Olvido comentar la maratón en sí, muy buena. La calificaría de perfecta de haber estado bien puestos los puntos kilométricos. Era algo que a mí en esta ocasión no me importaba demasiado, pero entiendo que es un fallo a subsanar. El resto, perfecto; recorrido agradable, ambiente mejor de lo que esperaba y organización y voluntarios impecables. Eso sí, el tramo del río en un día que sople cierzo, tiene que estar cachondo.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

El (deseado) efecto Zatopek.

...o Zatopek_vMacario1.0: entrena 1 --> descansa 20 para "superhipercompensar".

A cuatro días vista, tras haber corrido 20kms a 6'/km en la última semana y media, con el gemelo aparentemente "apaciguado", la barriga emergiendo, y presentar cierta mejoría desde el gilivirus-gripeA-catarro-añusgamiento que come desde el domingo (fiebre leve, tos seca, dolor intenso de bola y cuerpo escombro, de lo que no te deja en casa pero te tiene todo el día currando jodido y sin hacer un puto km)... no me atrevo a agacharme. No sea que aparezca de lo más jondo de mi planta, sector I+D, un mandril macho-alfa en celo.

Como le escribía a un coleguilla, al que espero poder acompañar en Zaragoza, "estoy contento de que esto pase ahora y no en la previa a un IM, que se lleva más curro y pasta por delante. Espero que esto mejore de aquí al viernes porque si no ni arranco el coche".

Pos eso, "0 kms" vs "Paracetamol 1gr/8 horas". Me faltan la series rápidas. Sólo queda encomendarse al fenómeno que dá título a esta (enésima) mierda de post.
Seamos positivos. Porque sí, relajado voy un rato. Y si mi filosofía deportivo-vital tenía ya un sesgo, la evidencia del día a día me hace ceder ante susodicha tendencia. Teoría del junco. Si sopla de ahí, dóblate p'allá.

Ser rápido, ser fuerte, ser ágil... son cosas que ya no puedo ser de forma que coexista con vida actual. La resistencia viene sóla, lo demás hay que buscarlo y, además, encontrarlo. Me viene a la cabeza lo de las "zonas de comodidad" que te cascan en algún curso de "noséquepollas". Lo reconozco, me muevo fluídamente en determinados umbrales de esfuerzo, me cuestan cojon y medio otros entrenamientos que a los demás les resultan motivadores. Si puedo, vuelvo a la filosofía troteril de hace años. En fin, esto es otro tema.

El objetivo (a), correr con cierta motivación durante el otoño, se ha cumplido. Salen algo más de 60 km semanales. Algo quedará. O no. Como dice aquel... "me la pela".

jueves, 12 de noviembre de 2009

Desanimado

Enésima jodienda del gemelo, esta vez a 11 días de un maratón. No ha llegado la sangre al río pero ya sé cómo va esto. Está claro que lo de intentar correr con agilidad pertenece al pasado, en cuanto que alargo zancada y llevo ya ritmos algo más alegres, mi gemelo izquierdo dice basta.

Putadilla. Reposo, automasaje, y seguramente a no correr ya hasta Zaragoza. Supongo que, en el mejor de los casos, para estar en la salida habrá que hacer un "supertappering", criando mientras una soberana panza. Si se puede salir, será para ir 3.30' acompañando a amiguetes.

Así andamos.

lunes, 2 de noviembre de 2009

Media Maratón de Villaverde

Al final, ni opción A ni B. Salió la X.

Una semana mala, muy mala, de entrenamientos; en los que el menda ni ha entrenado ni ha descansado. Una salida entre semana y una hora el sábado, previo a un día antítesis de lo que debe ser un previo a una media. Dos días jodido de las tripas y el resto muy pringao por temas laborales de la media naranja.

Semana rubicada con una media maratón acorde. Aquí no hay milagros, vales lo que entrenas. Y la carrera no fue mala sólo por la marca (1:30', flojita), lo fue más por las sensaciones. De estos días que ya te levantas mal y que ni en el trote previo en el que rompes a sudar notas que mejoren dichas sensaciones de pesadez y cansancio. Salí al ritmo pensado, con idea de apretar un poco en la segunda mitad, pero el apretar se convirtió en aguantar sin más. Los primeros 10 kms los hice a 4'10", el resto (ahí entran las cuestas) a 4'20".

www.forofosdelrunning.com


www.deporteintegral.com

La prueba en sí, me pareció buena carrera. Barata y bien organizada, con un recorrido "mixto" en que hay tramos junto al río, otros por los barrios nuevos y otros por las calles más castizas. Lo único que eché de menos es que no hubiera estado antes el primer avituallamiento, lo esperaba en el km 5, por el que iba ya seco, y no llegó hasta el 6. Por lo demás, perfecta.

Mirando el lado positivo de todo esto, al menos las patas no piaron demasiado.

¿Y para Zaragoza qué? Pues... me han dicho que los zarajos están cojonudos.