Por resumir: Asimetrías por todos los lados. Por decirlo de forma esquemática, la parte externa de las canillas está 20 veces más fuerte que la interna y se está llevando (rotando) menisco, rodilla, etc. Lo que causa los estropicios en la propia rodilla, menisco y por ende, las sobrecargas y roturas musculares.La lesión (la recurrente rotura de fibras) es crónica, me la llevo al hoyo. A joderse. Hay una cicatriz que, en el momento en que el músculo es exigido, se rompe. Imaginarse por donde rompería un trapo con un zurcido, si tirásemos con fuerza de los extremos. Pues eso.

¿Y qué toca? Hay dos soluciones. Dejar al cuerpo tranquilo y dejarse de machaques o cambiar "el patrón" (sic), así de clarito. Rutinas diarias para fortalecer lo flojo y aflojar (leáse "no fortalecer") lo fuerte. Así dicho parece fácil, en la práctica para que surja efecto tiene que ser un proceso leeeeento y paciente, constante y rutinario. No hay arreglos inmediatos ni soluciones mágicas. La única opción es incorporar nuevos hábitos. Isométricos a cascoporro, pero no como los estaba haciendo hasta ahora. Sabiduría de azulejo de cantina: un médico cura, dos dudan, tres, muerte segura. Más cosas: Fortalecimiento de abductores, trabajar la flexibilidad de la cadera, visitar al podólogo - un pie abre más, dedos "en garra" -, vigilar posturas tanto en parado como andando, corriendo o pedaleando, etc.
Vamos, un festival. Veremos si soy capaz de mantener la motivación para tamaño coñazo, si no tocará centrarse en actividades menos lesivas. Que básicamente sería dejar de correr, tampoco hay que rasgarse las vestiduras; la bici aún no me da demasiados problemas y hay muchas cosas que me gustaría hacer y no he hecho todavía.