El otro día le daba vueltas al asunto, a la par que rebotaba de una pared a otra de la piscina. Levantarse a las 6, correr cuando menos apetece, aún de noche; meterse un día de curro de esos de los que surge un imprevisto tras otro y todos hay solventarlos "para ayer". Con pincho tortilla + caña en 10' como menú del día. De vuelta a casa, sabiendo que ya ni llego a ver a los enanos, sesión piscinera de 9 a 10 de la noche, que ejercito como mera forma de relajación. Termino de engullir una cena salvaje - anatema de cualquier cosa que ponga en un "Sport Life" - a las 11 para acostarme las 12 y pico, que recién cenado me sienta fatal. Todo esto, haciendo un abandono completo de las labores varias del día a día hogareño que inmisericordemente se chupa en días así mi media naranja. Por no hablar de ponerse uno cariñoso.
Sumo en mi hojita Excel: 2 horas. Qué caras salen a veces.
jueves, 3 de abril de 2008
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3 comentarios:
Te he copiado el post tal cual. Si es que uno tiene ese morro ;-)
Calcado, calcaito.
Salen caras, sí... sobretodo para gente con "cargas" familiares y un trabajo con horario "made in spain".
Pero, joe, ¿qué haríamos sin nuestras endorfinas?.
Eso sí, Maca y Kike (bueno, Kike menos, que él también es afortunado con su telecurro ;-)), a besar el suelo por donde pisan vuestras respectivas :-).
Besicos!
Te mandé un mail a tu curro ayer por la noche. Si no tienes acceso al correo, déjame un mensaje en mi blog y te llamo.
Dani
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