viernes, 13 de febrero de 2009

De como el Macario....

...conocido por los camareros como "¿otro botellín?", intenta hacer ironmanes.

Como estoy perro perrote; copio un ladrillaco que le puse a David en su blog semanas ha.

Uf, David...

Tú lo has querido, cuento mi vida:

Yo tengo dos enanos (8 y 3), jornada partida, y curro a 60 kms de casa. Es complicado. Lo primero: entender que hacer un (p.e.) IM no es lo más importante del mundo. Y que la pareja entienda que uno/-a tiene sus ilusiones o - como dice mi media naranja - "proyectitos". E intentar funcionar en el curro y dejar el máximo tiempo posible (y el mejor empleado) para los pequeños. Si estás cansado después de entrenar, joderse. Y tampoco cerrarse en banda a la vida social.

Si corro, es de madrugada, antes de trabajar. Antes de las 9 estoy en el tajo "corrido, estirado y duchado". Cuesta ponerse, pero luego se agradece.
Si nado o voy al gimnasio, es de noche. Muchas veces fallo. Antes he pasado por casa y he echado un manilla en lo que he podido: poner cena, deberes infantiles... y me apalanco, llevo ya 14-15 horas en marcha. La compra la hago siempre yo, a toda viroya.
La bici entre semana, a mediodía; algo bueno tiene currar a las afueras de Madrid y junto a un polideportivo.


¿La bici en fin de semana? Ahí es donde mayor cobertura me da mi Santa. Opciones: salir a mediodía, justo después de comer, mientras el resto de la prole duerme o se apiltra a ver una peli. Ir a la visita familiar de turno en bici, la típica bajadita a Madrid con algún bucle para juntar kilómetros. Si hay comida con amigos en XXX, si puedo voy en bici.

Hay semanas buenas, en las que todo cuadra bien, y otras que, en plena preparación ironman, se saldan con 2 horas de entrenamiento. Si hay pico de curro - mío o de mi mujer- niños malos, compromisos más intensos, contratiempos varios... pues empiezan a fallar los entrenamientos. Mosquea, pero tampoco se hunde el mundo.

A la pareja hay que darla su tiempo, si quiere ir al gimnasio, de compras, con amigas... pues se va. En mi caso, los viernes por la tarde y el sábado por la mañana, son suyos.

Las carreras, se plantean como vacaciones. Un año una semanita en L'Ampolla, otro en Lanzarote... Espero poder alguna vez llevar a la prole por Europa, cuando sean más mayores. Y cuando se va, libro el día del IM, los demás son para la familia: playa, paella, helado... mi pequeñaja me pregunta todas las semanas "¿cuando vamos a Lanzaroooooote?".

En verano, deporte-salud y tiempo libre 99% dedicado a enanos y lo que surja. Si hay un huequillo para salir a rodar, pues vale, pero sin mayores pretensiones.

¿A qué renuncio? Pues los meses que me pongo en plan "triatletilla" se me olvida lo que es comer decente a mediodía, incluso en algún que otro fin de semana. Renuncio a lo que es una tumbadita después de comer. Tras una cabalgada de 5 horas de bici lo mismo te toca jugar 3 horas con tus hijos, que me encanta pero el cuerpo pide árnica.

6 comentarios:

davidiego dijo...

gracias por la primicia!!!

el chulo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
el chulo dijo...

el que ha suprimido el comentario arriba he sido yo.
te lo cambio por este .... el de antes quizas era politicamente incorrecto.
esto de ser pareja-papá-triatletadepacotilla-currante es una combinacion bastante chunga.

emonje dijo...

Coño, si soy yo pero con un churumbel menos...de momento.
Si es que tenemos unas mahous por ahí esperándonos. A ver pa'cuando !

Talin dijo...

Ole tus/vuestras pelotas!!!

Macario dijo...

David, de nada, alguien tiene que bajar elnivel de blog ;-)))

Diego, aquí puedes ser todo lo políticamente incorrecto que quieras (o "que te salga de los huevos", je je)

Esteban, aunque no sea terreno natural de la Mahou... ¿unas cerves por L'Ampolla?

Talín, no es para tanto; la que más pelotas le echa es la que se queda en casa cuando uno sale.