En lo deportivo, bien.
Aunque con los inevitables silogismos (lesión = buen-tiempo; no-lesión = mal-tiempo) que están quitando horas de entreno a espuertas, estoy relativamente contento: ayer conseguí acabar de trotar sin molestias. Esa frase tan manida de "no se valora lo que se tiene" es rotundamente cierta. Andaba yo estos últimos años un poco saturado de correr, y basta no poder hacerlo con regularidad durante meses para que aprecies de nuevo esa sensación, tan simple pero placentera, consistente en desplazarte más deprisa sin mayores aperos que unas zapatillas y ropa ligera.
No creo que uno pueda volver a correr a ritmos ahora para mí supersónicos, pero poder echar un pierna delante de la otra es ya un subidón.
5 comentarios:
Una bonita foto para el recuerdo ¿eh? :)
Uissssh, ese maratón... esa barrera de las 3 horas... ¡¡por los pelos!!! ;-)))
Ahora no eres atleta, eres triatleta, que es mucho más divertido :-P y, si no puedes correr, en vez de subirte por las paredes como los atletas, pues vas a pedalear o a chapotear y tan pancho!! ;-)
Besicos y ánimo!
Sergio, ya ves. Mi mejor carrera precio-calidad. Hice alguna más rápida pero no mejor. Jovén que era uno, ahora con ese volumen de entrenamiento no bajaba de 3,30' ni de Blas.
Esther, me despisté un poquillo e hice los 300 metros más rápidos de mi vida al entrar en la pista, je je.
Uy, lo que me has dicho, triatleta.
La foto es de la época en la que entenábamos con Mora derrapando por las glorietas. Qué tiempos
Casi... es del año anterior, en Valencia. Al año siguiente, entrenando el triple y haciendo series, bajé mi tiempo... poco más de un minuto.
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