martes, 13 de marzo de 2007

Días que no... y días que sí.

Hay días en los que no, no vas de ninguna manera. Siempre hay un explicación, pero a veces no la ves o no la quieres ver. Ayer fue uno de esos días; troté por la mañana por soltar piernas y llegué a rastras. Por la noche fui a nadar, también en plan chapoteo y casi me ahogo de pura flojera. Menos mal que uno ya es lo suficientemente viejo para saber que no siempre se puede ir fino.

Luego, hay otros días en los que sin comerlo ni beberlo, te encuentras bien. Ni te has alimentado excesivamente bien, ni has dormido lo mínimo necesario, estás perro... pero luego, resulta que vas bien. Hoy ha sido uno de esos días. Con la excelsa compañía de Dani, compañero de curro y de pedaladas a mediodía cuando cuadra, nos hemos cascao 6 subidas al Cristo de Rivas a ritmo ligero, de las que te dejan bien bien.

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