miércoles, 12 de diciembre de 2007

Navidades (con asepsia)

Sí, lo sé, no es nada original. No me gustan las navidades. ¿Desde cuando?

De niño sí, estaban bien; regalos, veía a mis primos de Valencia... agradable, pero breve. Recuerdo marcar el 80% de la revista del Corte Inglés y llegaba el "Canica Rally", je je.

De púber, un coñazo. Demasiado mayor para la "ilusión", pequeño para otros intentos. De aquella un "no" era un "no", no se negociaba.

De púber-adolescente, también breve, pues muy bien. Hablo de cuando ser adolescente era tener más de 16 tacos, que ahora mis sobrinos pretenden serlo con 11. Lo asocio a fiestillas del instituto, primeros fracasos, primeros éxitos, pillar un local para nochevieja... relacionado más con temas etílicos y de aproximación al sexo opuesto que a campanillas y hojas de acebo. Vamos, como carnavales, fiesta de la constitución y excursión a la nieve a montar en trineo con las compis. Sin mayores connotaciones.

De universitario, la cosa se centró. Ya tenía novia; la aproximación "sexuá" deja su parcela libre al tema fiestero que, como en toda población cristiana que se precie, se destila en barricas.

Y cuando te quieres dar cuenta, tienes tu curro y tu casita. Sí, soy de los afortunados que se pudieron comprar un casa por 9 kilos. Y descubres que te toca hacer regalos -cosa de la que estaba prácticamente librado cuando era estudiante-, que las salidas lúdico-festivas son caras y te las pasas regulín, que el sofá de tu casa tiene sus atractivos, etc. Y las sorteas como puedes. Y tienes cena de empresa. De la empresa en la que estás hora, también con los compis con los que estabas hace 1 año, con los que estabas hace 2, con los del proyecto en el Banco XXX, con los de la Facultad, con los del barrio... uf.

Y... llegan los enanitos. Esos seres que te alegran la existencia, que cuando llegas a casa se te agarran a las patas mientras tu intentas evacuar esa meada que pide salida desde el minuto 30 del atasco. Y que en estas señaladas fechas, sueltan esa expresión tan repetida "melopido-melopido-melopido". Jodó, y eso que no ven apenas la tele. Llegan sus vacaciones, ergo salvo que tengas un apaño logístico "putamadre", te toca pillártelas a tí, de forma sincronizada o no con tu media naranja. Pero cubriendo fechas. Y bueno, tienen cierto encanto. Pero es como cuando tienes un visita multitudinaria en casa; puedes llegar a estar a gusto e intentar sentirte como si en vez de ser el "traidor" de cervezas fueras el receptor, pero al final sientes un gustito inconfensable cuando la visita se pira. Con la navidades me pasa un poco eso: "A capearlas". Me tienta poner "a caparlas" pero bueno, seremos políticamente correctos, que es la polla :-)

A la vista de que llegan (las navidades, no las visitas), ya tomo/tomamos medidas:

Regalos: algún año me he visto suplicando a una pipiola del Toys'r'us (o "comocoñoseescriba") a las 9 de la noche del 5-E a ver si en el almacen encontraba el Buzzlightyear que tenía encargado econtrar para mi sobrino, en plena vorágine laboral euro2000. Ahora ya, lo que no tenga pillado el 10-D, va en un sobre.

Festejos/Comidas/Cenas: Radical, a ninguno. Desde que mi fui a vivir donde vivo, paso. Yo si salgo, salgo. Eso de salir a cenar mirando la hora y a base de agua mineral con gente al que veo el careto de lunes a viernes... paso. Y tocar un coche, prohibido. Los colegas, quedamos a mediados o finales de enero y como dios; con 4 camareros para tu mesa, anchitos y a los niños les dan chocolatinas en vez de miradas asesinas.

Vacaciones: Si te lo haces de bajar al centro de Madrid, puedes llegar a echar de menos tu curro. De centros comerciales, esos sitios donde todo barril de cerveza pertenece a una franquicia más o menos odiosa (los Cruzcampo-Gambrinus debieran estar perseguidos por la ley), casi peor. Solución dabuti: Irse para Asturias. Puedes salir a correr, incluso hacer bici, tomarte un vermutillo al sol en un puerto viendo barquitos entrar y salir, comer/cenar fuera sin agobios.

Familia: Nada, ahí me la como. Escucharé estoicamente las loas a la Espe y Alberto R-Faraón en la que toque. Por no hablar de otras nostalgias.

Bueno, fin del ladrillo. Me voy al baño a hacer isométricos. Aunque luego salga colorao, que no sé que van a pensar de mí, je je.

3 comentarios:

edecast dijo...

Joder, Maca, ni que lo hubiera escrito yo, al 95% me veo en tu “deserción”, igualito, joder. Eso sí, yo no lo hubiera escrito tan bien ;-) Me ha gustaó mucho el post. Pena que no te prodigues un poco más que 3 posts en Diciembre da pa poco ;-) Los peques que no dejan más.
Digo 95% porque este año he claudicado y mañana me bajo a la cena del departamento, pero en el formato “bajar y subir a toahostia, con agua y/o acuarios en la cena”

Esperanza dijo...

Con la primera parte a los de "Cuéntame" les da para 10 o 12 capítulos.

Anónimo dijo...

>> Festejos/Comidas/Cenas: Radical, a ninguno.

Bueno, pues como yo tengo hoy el 1º me tomo la 1ª cerveza, que es la que mejor sabe, a tu salud ;-)